En estos últimos años se ha hecho común la apertura de nuevos restaurantes en Barranquilla, enfocados en exaltar la gastronomía de la Costa Caribe.

Un buen sancocho de mondongo, de guandú, o un mote de queso, chicharrón, arroz con coco o mojarra son algunos de los platos favoritos de los comensales, quienes acuden a disfrutar de estos maravillosos sabores día tras día.

La cocina caribeña es el resultado de una fusión de influencias nativas indígenas, africanas, y europeas. Esas culturas nativas aportaron ingredientes como la yuca, el plátano y el maíz, que sirvieron como base para las preparaciones de los platos insignes de la gastronomía Caribe.

También la cocina absorbió influencias europeas. La introducción de ingredientes como el arroz, el cerdo y técnicas de preparación como la fritura y la marinada, enriqueció aún más la diversidad culinaria de la región.

En la Costa Caribe, se pueden encontrar una variedad de comidas emblemáticas que reflejan su diversidad cultural. Por ejemplo, el arroz con coco y el patacón, que sí o sí están dentro de los platos preferidos de los costeños y también hacen la boca agua a los turistas que se aventuran a explorar estos sabores.

Esta explosión de gusto ha sido aprovechada por chefs locales y extranjeros que han sabido mezclar los ingredientes autóctonos y las técnicas culinarias ancestrales para reinventar la cocina caribeña y llevarla a nuevos horizontes.

Sin embargo, hay restaurantes que le apuestan todo a la cocina tradicional; desde la totuma donde sirven los sancochos, hasta la jarra de agua de panela que ofrecen a los comensales pa' la sed.

Amor y reinvención

Zona Cero inició la búsqueda de la respuesta al éxito que ha tenido la gastronomía local y visitó tres restaurantes en Barranquilla que ofrecen platos que transportan a propios y turistas a experiencias, lugares y momentos inolvidables.

Por eso, Marlin Argote, propietaria del restaurante Totumazo Rancho Bajero, detalla que el secreto para el éxito de sus totumazos es el amor que le pone a cada preparación.

“Yo creo que la fórmula para nuestro éxito es el amor que le pongo a cada preparación, para que las personas siempre regresen y recuerden a su tierra”, sostuvo.

Picós, banderines, y sus típicas mesas de madera, hacen del lugar un sitio idóneo para tomarse una buena sopa, una foto y recordar los sabores de su tierra.

Eso indicó uno de sus comensales, Héctor Taboada, quien disfrutaba de un rico sancocho de mondongo en el lugar. “Elegí un sancocho porque viví por fuera mucho tiempo y necesitaba volver a probar esa sazón”.

Y así como el señor Taboada hay muchos que se encuentran fuera del país y prefieren comer en un restaurante de comida típica de la costa para recordar ese tiempo cuando estaban acá.

El restaurante, que se localiza en la carrera 54 número 46b-17 frente al estadio Édgar Rentería, ofrece en la semana cinco tipos de sancochos y ejecutivos especiales y sencillos, mientras que los fines de semana y festivos ofrece ocho tipos de sancochos.

“Nosotros estamos llevando a sus paladares estos sabores desde el 2002. Pero también en la noche se convierte el restaurante en un estadero, que funciona desde hace 25 años, donde pueden disfrutar de una buena música”, dijo Marlin.

Con su delantal y su cuchara gigante de palo mientras revuelve un buen sancocho, Marlin describe que le atribuye el éxito y el auge de la comida de la Costa Caribe a que en los restaurantes se han esforzado en que la experiencia sea lo más auténtica posible, desde servir en las totumas hasta una jarra de agua de panela.

“La sazón también es una parte fundamental, en mi familia de parte y parte son buenos cocineros y de ahí también viene el éxito”, exclamó entre risas.

Actualmente, 25 personas son las encargadas de hacer de Totumazo Rancho Bajero uno de los restaurantes ideales para visitar si quiere deleitarse con los sabores de la comida costeña.

 Bola ‘e trapo, posta currambera y dulce de coco

Con cinco años en funcionamiento el restaurante Barrio Abajo totumas y parrilla ha conquistado los corazones de los barranquilleros y visitantes, pues la fila para ingresar en ciertas horas del día, se hace imposible.

Esto lo que denota es el sabor tan único y el amor con que hacen cada plato, que describe la administradora Leydi Moya es su secreto para el éxito.

“Creo que nuestro secreto para que la gente regrese es que brindamos una experiencia única desde que se empieza a cocinar hasta que el plato es llevado a la mesa”, contó.

Y es que sus platos son muy apetecidos y se han vuelto famosos en las redes sociales como la famosa bola ‘e trapo, que es una papa rellena gigante, que pueden comerla entre tres personas.

“Tenemos dos sedes, una ubicada en la carrera 51 número 82-138 y en la carrera 43 número 84-62, en la primera tenemos 183 mesas y en la segunda 100, y trabajan alrededor de 80 personas entre los dos restaurantes”, dijo.

Además de disfrutar de un buen sancocho de mondongo, -que es uno de los platos favoritos de sus visitantes-, una posta currambera, lengua guisada, parrilla, arroces, pescados, también pueden saborearse y llevar un delicioso postre como bolis, raspaos, dulce de leche, cocadas, entre otros.

¿Leydi, crees que la gastronomía de la costa Caribe es valorada en la actualidad?

 “Si creo que la comida costeña se ha valorizado, porque lo que hemos hecho los restaurantes es llevar ese sabor de la casa a las mesas, que, aunque hagamos siempre en grandes cantidades va a saber igual, y eso lo valoriza la gente”.

Madres cabeza de hogar y el 'miti miti'

La historia de Totuma y Verbena comienza a principios de julio de 2022, marcando un capítulo emocionante en la gastronomía costeña que se encuentra en su máximo esplendor.

“El totu de la gente top”, como le dice su dueña María Fernanda Cantillo, nació para ser uno de los mejores restaurantes del país, pues ya tienen cuatro.

“Nuestro local promete una experiencia única para el visitante. Vienen personas tanto propias como de cualquier parte del mundo porque los traen a probar nuestra sazón que representa a la cultura costeña, y eso nos pone muy contentos, que seamos referentes en Barranquilla”, contó María Fernanda.

Con el apoyo de un equipo excepcional, han logrado expandirse a cuatro sedes, cada una marcando un hito diferente, y también exaltando la cultura picotera, pues sus nombres están enfocados en las muestras musicales que muestran los artistas de los picó.

“Somos los pioneros en el famoso “miti miti” que es un caldero divido en dos, donde podrás elegir dos tipos de sopas para probar. Además, tenemos el ‘sancocho top’ que su sabor ha sido elevado, pero mantiene esa autenticidad y ese sabor criollo”, expresó.

Los clientes no solo disfrutan de la deliciosa comida, sino que también se sumergen en una experiencia que celebra la cultura y la identidad de Barranquilla.

Para los fundadores, ver el impacto positivo que han tenido en la comunidad y en la vida de las personas es una realización de un sueño de toda la vida.

Además, Totuma y Verbena se enorgullece de generar empleo y oportunidades para la comunidad. Lo que comenzó como un equipo de 18 personas ha crecido a aproximadamente 130 empleados, con un enfoque en apoyar a madres cabezas de familia y empoderar a las mujeres.

Totuma y Verbena es un símbolo de pasión, determinación y amor por la comida costeña. Con cada plato servido y cada sonrisa compartida, continúan escribiendo su historia de éxito y dejando una huella perdurable en el corazón de la ciudad.